Durante
varios años participé de las esperanzas y esfuerzos de grandes sectores del
pueblo peruano por llevar al Humala candidato a la presidencia. En ese camino
conocí a varios jóvenes militantes del Partido Nacionalista, con algunos y algunas
incluso llegué a tener una sincera estimación.
Tras
las matanzas de manifestantes en Cajamarca y Espinar, con las que el Humala presidente
se entregó sin limitaciones a los poderes fácticos de siempre, perdí todo
contacto con ellos, salvo por alguna ocasión en la
que nos encontrábamos casualmente.
En
esas ocasiones, algunos de estos jóvenes
que aún permanecen al lado del gobierno nacionalista, se me acercaban y tras
saludarme, comenzaban a explicarme que ellos se mantenían dentro del partido de
gobierno porque luchaban internamente “para enmendar el camino”, que había
distintos tipos de nacionalistas y ellos seguían siendo auténticos defensores de
la soberanía, los derechos del pueblo y la unidad latinoamericana.
Era
al mismo tiempo un claro reconocimiento de la traición de Humala en el gobierno,
al que se buscaba presentar como una especie de pasajero extravío en el camino,
y también una justificación “ética” de la propia presencia en ese extravío,
luchando por enmendarlo.
Con
el tiempo, cada vez se me hacía más difícil poder creerles, tras la sucia
falsedad que fraguaron con apristas y fujimoristas en el congreso contra Javier
Diez Canseco; la renovación de contrato a Telefónica por casi 20 años, sin que
pague un sol y debiendo 5 mil millones de soles al estado; la mantención y
confirmación de la infame Alianza del Pacífico anti latinoamericana; la
repartija de cargos del estado con el fujimorismo; la privatización de
Petroperú y su prohibición de industrializarse; y en fin, una larga e
indecorosa lista.
Ahora,
con el auto aumentazo de los ministros al 100% de sus salarios millonarios, los
mismos ministros que niegan presupuestos y sólo tienen denuestos, palos, balas,
perros, caballos y policías para lanzar sobre trabajadores estatales que piden
subir sus salarios, que son de los más bajos en toda la región, comprendo
finalmente que estos nacionalistas con los que hablaba tenían razón.
Hay diferentes
nacionalistas dentro de su partido: los de 1.000 soles mensuales, los de 3.000
soles mensuales, los de 6.000 soles mensuales y los de más de 6.000 soles
mensuales y sin límite hacia arriba.