miércoles, 19 de marzo de 2014

LAS PERLITAS NEO NAZIS QUE APOYA ESTADOS UNIDOS EN UCRANIA

“Sbovoda” (que significa “Libertad” en ucraniano) es el nombre que se da la “Unión Pan-Ucraniana”, el partido político y paramilitar de ultra derecha neonazi de Ucrania, públicamente racista y anti semita, que reivindica como ideólogo y “héroe nacional” a Stepan Bandera, principal aliado de Hitler en Ucrania durante la segunda guerra mundial, creador de las “SS” ucranianas y responsable de enviar a la muerte en campos de concentración a 400 mil judíos y opositores anti fascistas ucranianos.



Desde el año 1998 hasta el año 2009, el Svoboda se presentó a todas las elecciones de Ucrania sin superar nunca el 1% de los votos. En las elecciones de 2012, sin embargo, y ya como parte de la coalición pro tratado de libre comercio con la Unión Europea apoyada por Estados Unidos, subió al 10% de la votación.

Curiosamente, a pesar de que un 10% está lejos de ser una mayoría, el Sbovoda jugó un rol dirigente en las violentas protestas que desembocaron en el golpe de estado que derrocó hace unas semanas al gobierno democráticamente elegido de Víctor Yanukóvich, quien no sólo se había opuesto al tratado con la Unión Europea sino que prohibió todo homenaje al criminal de guerra Bandera, reivindicado por esta agrupación política.

Más sorprende aún es el hecho de que en el actual gobierno de facto ucraniano el Sbovoda tiene a destacados dirigentes e ideólogos como máximas autoridades. Entre muchos otros, los ministros de Defensa y Educación y el Fiscal general del Estado.  

Como ministro de Agricultura, tienen a Igor Svaika, no sólo reconocido neo nazi sino además uno de los más grandes terratenientes de Ucrania, lo que seguramente ha sido considerado como calificación para tal cargo. Mismo razonamiento se puede apreciar en el nombramiento como Director del Consejo Nacional de Seguridad de Andry Parubyi, jefe de los escuadrones paramilitares del Svoboda. Más difícil de comprender ese razonamiento es con Andry Moknyk, que ejerce como ministro de "Ecología" y es también el encargado de las relaciones del Svoboda con los grupos nazis europeos.

Estas son algunas de las perlitas del actual gobierno ucraniano, no elegido por nadie, llegado al poder por medio de la violencia, al cual Estados Unidos y sus aliados europeos pretenden obligar al pueblo de Crimea a que reconozca y acate.

 

jueves, 13 de marzo de 2014

UTOPÍA Y BUEN VIVIR. DESENCUENTROS HISTÓRICOS Y CONVEREGENCIAS EPISTEMOLÓGICAS

Elaborado en base a apuntes preparatorios para el II Encuentro Refletir Brasil – Governança e Criatividade. Paraty, Brasil, 24 a 27 de abril de 2014.

En Caral, la primera civilización suramericana, que data de hace cinco mil años atrás en la actual costa central de Perú, donde se erigieron las primeras y monumentales ciudades, las evidencias científicas muestran que durante diez siglos no hubo construcciones militares, ni ejército, ni policía, pero sí abundancia de comida, uso ritual y festivo de alucinógenos, instrumentos musicales, juguetes para los niños y dioses sin fiereza, benévolos y protectores de sus habitantes (Shady, 1999).

Cuarenta y cinco siglos después, en el siglo XV, cuando los invasores españoles llegaron a la costa de Chincha, a unos 360 kilómetros al sur de Caral por la misma actual costa peruana, encontraron que sus diez mil habitantes entraban a trabajar al mar por turnos, dedicando el resto del tiempo a regocijarse bailando y bebiendo, por lo que los españoles los tildaron de borrachos y ociosos (Rostworowski, 1988).

Son apenas dos ejemplos de un orden social que durante milenios se movió por una lógica distinta a las de otras partes del planeta. Donde existían relaciones de dominación, conflicto y violencia, pero que en lo fundamental concebía los saltos tecnológicos en las fuerzas productivas como fuente de abundancia para todos y felicidad colectiva. Donde todo estaba vivo y todo lo vivo era sagrado. Donde recíprocos intercambios mantenían equilibrios vitales entre las comunidades humanas, naturales y espirituales, las tres concebidas como equivalentes, incompletas y necesariamente complementarias. Donde, en fin, las élites dirigentes debían seguir ancestrales, estrictas e inviolables leyes de responsabilidad para sostener estos equilibrios y aquel bienestar, como límite y regulación, inmanente e inalterable, a las relaciones de dominación, conflicto y violencia (Grillo, 1993; Lajo, 2006; Milla, 2007 y 2008; Murra, 1972 y 1975; Roel, 2001; Rostworowski, 1988; Sholten, 1980; Valcárcel, 1997).

Es un hueso duro de roer para nuestra cultura occidental moderna, con un pesado legado filosófico e histórico de egoísmo, competencia e insolidaridad, naturalizado como “lo humano”, sobre las espaldas. Y tal vez uno más pesado todavía de autoritarismo intelectual y cientificismo hegemónico, descalificador de pensamientos alternativos, más aún cuando son considerados “resabios de atraso” “pre-científico” (De Acosta, 1590; De Sousa, 2010; Dussel, 1983; Mignolo, 2010; Quijano, 2000).

Nuestra primera reacción es a pensar que no fue posible; que es inconcebible que hayan existido tales sociedades; que seguramente se trata de una idealización irrealista de un pasado pretendidamente distinto; de inventarse un paraíso en la tierra, ajeno a la naturaleza humana; que algunos rasgos, si se quiere diferentes, no obstan para que en lo fundamental se haya tratado de lo mismo: competencia, dominación, explotación, egoísmo.

Tal vez por esto el humanista inglés Tomás Moro, quien escribió su famosa obra Utopía (Moro, 1516) dos décadas y media después de que Colón encontrará América para los europeos, ubicó esa isla que da nombre a su texto, y que mostraba un orden social opuesto al de Europa, más justo y equilibrado, en América del Sur, y hace su descripción a través de un supuesto navegante portugués que viaja a este continente con Américo Vespucio. Pero al mismo tiempo le niega existencia real al relato, al que llama primero “Nusquama”derivada de la palabra latina “Nusquam” que significa en ningún lugar, y que está emparentada con “Nunquan” que significa en ningún tiempo, nunca (Pardo, 1983).

Para Moro se trataba de reconocer la inspiración de su texto en la existencia de esas sociedades alternativas, al menos en algunos aspectos sociales fundamentales que aparecían más justos y equilibrados que los propios europeos; pero al mismo tiempo se trata también de relatarlos a un mundo, el europeo occidental, hegemónico, para el cual es inaceptable reconocer ninguna diferencia legítima, menos aún superior, a pueblos que considera“bárbaros” y elementos objetivos de “atraso” que obstaculizaban el progreso de la humanidad, como lo señalarán explícitamente, tres siglos más tarde, dos de los filósofos europeos más críticos y emancipatorios, en el Manifiesto Comunista (Marx & Engels, 1848).

En esa encrucijada y esa tensión, Moro finalmente opta por llamar a su libro, una aguda crítica social velada en ficción, con un nombre ambiguo o ambivalente: Utopía, que deriva del griego “topos” (topía) que significa lugar, y con dos posibles prefijos: “ou” que significa ningún o sin, o también “eu” que significa bueno o buen (Borges, 1995).

Curiosamente, Buen Vivir es el nombre con que en la actualidad, a inicios del siglo XXI, se rescata, re elabora y actualiza, la experiencia histórica de aquellas ancestrales sociedades latinoamericanas, especialmente andinas, justamente en esos aspectos que inspiraron a Moro, como nuevo paradigma civilizatorio, alternativo al occidental moderno en evidente crisis.

¿Un círculo (conceptual e histórico) que se cierra, como dicen los pueblos mayas?

¿Caminos que serpentean, se cruzan, separan y convergen, cincelados por encuentros y desencuentros históricos y epistemológicos?

¿La larga marcha de la humanidad por llegar finalmente a reconocerse a sí misma en su diversidad y en su comunidad de destino?

¿O el tejido difícil, paciente e insospechado, ojalá inevitable, de lo deseable, lo necesario y lo posible?

miércoles, 12 de marzo de 2014

UNA VIRTUAL CONFESIÓN DE DELITOS POR PARTE DEL APRA



UNA VIRTUAL CONFESIÓN DE DELITOS POR PARTE DEL APRA

Más allá de cualquier otra consideración, la irrupción de un grupo de apristas en un evento público para enrostrar al congresista Sergio Tejada su supuesta negativa a reconocer una hija, es de hecho una virtual confesión por parte del APRA de los delitos de corrupción del gobierno del ex presidente aprista, Alán García, cuyas fuertes evidencias ha registrado la “Megacomisión” que presidió dicho congresista. Es como si alguien te dijera: “oye acá hay fuertes evidencias de que has cometido delitos” y tú respondieras: “ya, pero tú no quieres reconocer a una hija”.
En efecto, ¿qué se puede pensar del hecho que la estrategia del APRA para enfrentar las fuertes evidencias de delitos en su anterior gobierno, recabadas por la Megacomisión de Tejada, no se refieran a desmentir dichas evidencias con datos y argumentos pertinentes, sino a descalificar personalmente al congresista investigador, todavía con acusaciones que rápidamente han resultado infundadas?

Vídeos y fotografías mostrados en prensa y televisión han probado incontestablemente que el grupo de una docena de personas que hizo la irrupción estaba conformado, no sólo por públicos dirigentes del APRA, sino que además pertenecientes o cercanos al círculo directamente involucrado en los delitos de corrupción registrados por la Megacomisión.

Por otro lado, se ha hecho público también que no existe ningún reclamo personal ni menos demanda judicial de paternidad que el congresista Tejada se niegue a otorgar.

En pocas palabras, una portátil aprista a todas luces armada a la rápida, descuidadamente, y justificada en una infundada argumentación de tipo personal que, muy reveladoramente, no tiene ninguna relación con las graves evidencias de delitos que motivan realmente la oposición del APRA a la Megacomisión y a Tejada.

¿No son estas evidencias de desesperación por parte del APRA, especialmente de los círculos directamente involucrados en los delitos registrados por la Megacomisión, ante el peso incontrarrestable de las evidencias que los inculpan?

Pero sobre todo y más importante aún, ¿No constituyen de hecho una virtual confesión pública por parte del APRA, especialmente de esos círculos más directamente involucrados en los delitos investigados, de que efectivamente sí los cometieron?

       

martes, 4 de marzo de 2014

LLEVAMOS TU ABRAZO PUESTO COMO UN CHALECO ANTIBALAS

Llevamos tu abrazo puesto
como un chaleco antibalas, un chaleco moral como dijo Fidel 
 
I.-
 
Hay físicos cuánticos que concluyen que el espacio tiempo es un continuo único,
inmutable, todo hecho ya,
por el que transitamos nosotros, nuestra consciencia
 
Por eso pienso que tal vez sigues todo el tiempo niño, recordando a tu bisabuelo Maisanta,
el renegado nebuloso y maldito del que oyes susurrar,
para que finalmente tu tía al verte por primera vez te diga que Maisanta eres tú,
como las viejitas de los campos perdidos del Apure
que por primera vez conocieron un médico
dicen que Bolívar eres tú,
que volvió de nuevo porque vio que ya no dábamos más
 
Pienso en los físicos cuánticos y me parece que aún estudias a Bolívar,
como un loco y un paria,
mientras los gallardos oficiales retratados en las revistas de ricos
compiten por el carro más caro
y van ganando la guerra de la patria contra sus hijos los pobres
Que sigues alzado en armas contra las pesadillas de tu pueblo aquel 92’ sorpresivo
que me costó comprender,
como me pasa con los físicos cuánticos
Y sigues siempre arrodillado frente a la espada de Zamora tras salir de prisión,
jurándole y jurándote
patrias y victorias
 
Parece cierto que es todo el tiempo que rescatas nuestros corazones de la desconfianza,
rompiendo con palabras sencillas
las anestésicas disquisiciones de los eternos profesionales de la impotencia,
bien preparados en Harvard
para decirnos que no se puede, que no saben cómo,
que hay que esperar
para volver a esperar más,
a ver si se nos olvida
y dejamos de joder
 
Quizás los físicos cuánticos tengan razón y no sea locura
este escucharte una y otra vez, diciendo: “Yo no voy a traicionar un pueblo cien veces traicionado”
Y los dueños del dolor no pueden levantar el teléfono y llamar al Presidente
para que les resuelva
su problema,
ni los reyes de España, ni los altos técnicos del Fondo Monetario,
ni los altos ejecutivos de sepa dios qué negocio de meter balas
en los cuerpos del pueblo
 
Que ni lo conocen al indio éste, qué quién será
Y tienen razón porque los Uahibos van por las calles de Caracas y por los salones de Palacio de gobierno con su “Chivez” al que adoran
Y esa indígena que se echó al río hace tantos años, con su bebé en una mano y un puñal en los dientes
y la ira en sus ojos por tu uniforme de oficial
te llena de tristeza y te hace estudiar la historia, y te hace buscarlos y ponerte a su servicio
Y ellos te dan su arepa de maíz en calabaza
Y son parte de la multitud que derrota paros petroleros, paracos colombianos,
guarimbas bien pagadas,
interminables batallas electorales digitadas con mano ajena,
Y ahora por fin compran barato lo que necesitan, y estudian,
y se curan,
y tienen su tierra y el derecho a mandar en ella
y a soñar en ella
y a ser condenadamente dignos en ella,
cuánticamente felices
en ella,
y sí se podía, carajo
 
Siempre se pudo, no necesitamos
que nos lo digan los físicos cuánticos
 
II.-
 
Hoy fui al cuartel de la montaña, la colina de Chávez como la llaman ahora
Hoy volví a subir el cerro de la 23 de enero como a veces hace muchos años
Hoy me recordé deseando venir a Venezuela para ver una revolución
triunfante y a la ofensiva, antes de morir

Vi las banderas de todas las patrias que declaraste una, vi el cañón
centenario que mandaste reparar y ahora disparan cada día a la hora de
tu partida
Vi al adorable perrito que salió nadie sabe de dónde para ponerse
delante de tu féretro y caminar los 15 kilómetros hasta ésta tu última
morada
Se llama Nevado como el perro de Bolívar, aunque mucha gente le llama
Guardián también
Vi la guardia de honor que te rodea, como los hermosos sublevados ese
día del 4 de febrero de 1992, muralla de uniformes
y pobladas enamoradas a primera vista
Vi los patios y veredas por donde te sacaron detenido
No era la primera vez, ni sería la última
Quizás por eso también dijiste ‘por ahora’
Vi las ventanas del cuartel que miran las otras ventanas de tu
despacho en palacio de gobierno,
como trazando la geometría misma de la historia de tu pueblo
Vi flamear las banderas con el viento de la tarde y te pedí que
flameen así los pueblos también

Recordé a Neruda que preguntó a Bolívar en este cuartel de la montaña
¿Y yo qué puedo preguntarte, Comandante Presidente, si nos trajiste
más respuestas de las que pudimos imaginar?

Bajé de tu colina y de la 23 de enero, se me caían de los bolsillos
del corazón gratitudes
y escuelas políticas, largas caminatas por esas reservas del Apure que
declaraste intocables, talleres de la Constitución Bolivariana y de
cooperativas

Cuando supe que sí era cierto el milagro de los panes y los peces
porque hacer justicia es hacer milagros