“En la construcción de la utopía
andina un acontecimiento decisivo fue el Taqui Onkoy: literalmente, enfermedad del
baile. El nombre se originó a consecuencia de las sacudidas y convulsiones que
experimentaban los seguidores de este movimiento… los organizadores del movimiento
pensaban sublevar a todo el reino contra los españoles. Estamos en el decenio
de 1560… En una zona de aproximadamente 150 mil habitantes, los españoles
detectaron 8.000 participantes activos… Movimientos similares… eclosionaron en
otras localidades que ahora se ubican en los departamentos de Abancay, Cusco,
Puno y Arequipa, hasta llegar a 1590 y el Moro Onkoy”. Son palabras de Alberto Flores Galindo en su
extraordinario libro de 1987, Buscando un Inca. Identidad y utopía en Los Andes
(págs. 46 y 47).
Refieren al mítico, y
al mismo tiempo histórico, Taqui Onkoy, poderoso movimiento de resistencia
cultural y política a los invasores europeos que con emocionada belleza cantó
el argentino Víctor Heredia (https://www.youtube.com/watch?v=HzQ9-WMUpcU).
Al leerlas me resultó inmediata,
automática, la asociación de ese movimiento mítico con el que por estos días
lidera Fakir y otros muchachos y muchachas de la Red de Acción Política - RAP, en
la Lima urbana, joven y marginal, en resistencia al neoliberalismo peruano.
Cuando miro sus vídeos
de hip hop colectivo (https://www.youtube.com/watch?v=aXakewojJFw&index=3&list=PL21D52DEBE064024F),
puedo ver, literalmente, en sus bailes los del Taqui Onkoy. En sus mensajes llenos
de figuras, entusiasmos y compromisos, tan limpios como indeclinables, se
actualiza una misma palabra de rebeldía y justicia, de belleza y pasión.
Lo digo a propósito
del 1° Taller de arte musical de los movimientos sociales que realizarán los
Movimientos peruanos al alba el primero de noviembre próximo. Un espacio
inédito que busca incorporar a la formación política de los militantes de los
movimientos el conocimiento, comprensión y amor a las manifestaciones del arte
musical en su dimensión de compromiso movilizador.
Una idea compartida por
militantes de los movimientos y por músicos, que viene ganando cada vez más fuerza
como una necesidad y una potencialidad. Por eso, no considero casual, sino toda
una señal, que hace unas semanas me haya tocado conocer una escuela política de
la Red de Acción Política - RAP, donde los muchachos terminaron la clase con un
hip hop colectivo que me impresionó.
Ahora, RAP y su hip
hop serán parte de este taller, dialogando su arte, su compromiso y su vivencia
con el canto popular, la trova y el rock peruano, del Trío Los Cholos, Jorge
Acosta y Del Pueblo, Jorge Millones y muchos otros artistas, entre ellos, muy
especialmente el grupo de reggae y
fusión mexicano CONGAL TIJUANA que vendrá especialmente al Perú para participar
de esta experiencia.
Será una experiencia de crecimiento espiritual y político, cultural y emocional, entre amigos y compañeros, en los que, no tengo ninguna duda, estarán presentes también, con su danza mística y rebelde, los hermanos del Taqui Onkoy.
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