Sin duda una memoria incómoda para el Perú oficial y neoliberal todavía hegemónico. A propósito de la histórica caída, tras medio siglo, de la prepotente política de bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba, resulta cuando menos extraño que muy pocos medios hayan recordado un hecho tan pertinente y trascendente, que vincula al Perú con esa noticia mundial.
Se trata del 23 de agosto de 1960, en reunión de cancilleres en Costa Rica, el día en que el entonces canciller peruano, Raúl Porras Barrenechea, además uno de los intelectuales más brillantes de su historia, desobedeciendo el mandato del gobierno de Manuel Pardo y contrariando a la mayoría de gobiernos regionales entonces subordinados al poder del norte, le dijo NO a la imposición norteamericana de expulsar y aislar a Cuba del sistema interamericano.
Incluso algunos de los escasos medios que han comentado el hecho han pretendido edulcorarlo y -contrariando la letra y el espíritu del discurso que Porras felizmente legó a la historia- presentan interpretaciones que buscan ponerlo en la misma esfera servil al poder norteamericano. Según estas versiones, Porras no habría desobedecido al dictado del norte, sino todo lo contrario, tratado de explicar a estos patrones que la política de confrontación “no serviría para lograr sus intereses”, que se pretenden así como legítimos, sino “contraproducente” “empujando a Cuba al campo comunista”.
Porras sufrió el desaire y el castigo del gobierno Pardo por su digna consecuencia, forzándosele su renuncia. Hoy, que sus palabras se han mostrado incontestablemente proféticas, vuelve a sufrir el castigo del silencio y la tergiversación.
Es completamente lógico. El Perú oficial actual tiene una misma continuidad directa, aunque ahora actualizada en la política económica neoliberal y su instrumento regional, la denominada Alianza del Pacífico, de subordinación al ahora decadente pero todavía hegemónico poder norteamericano.
Vale entonces recordar limpiamente las palabras directas de Porras Barrenechea en esa luminosa hora (el texto del discurso puede leerse en:http://www.larepublica.pe/17- 12-2014/el-memorable-discurso- de-raul-porras-barrenechea-en- defensa-de-cuba-ante-eeuu).
En ellas, el sabio no sólo no exhibe señal alguna del servilismo que pretenden atribuirle sus intérpretes de la hora, sino que fustiga como chasquido de látigo cualquier asomo de mellar el sagrado principio de no intervención y soberanía de los pueblos Latinoamericanos.
Para colmo de males de las oligarquías peruanas de ayer y de hoy, el además gran historiador toma como piedra fundamental de su discurso a Bolívar -a quien la historia oficial y oficiosa busca presentar como “enemigo del Perú”- y a su política de integración y soberanía continental. Cita a Martí, el cubano universal, teórico del antimperialismo. Expresamente, denuncia la “anacrónica doctrina Monroe” impulsada por los Estados Unidos y vergonzosamente seguida por la mayoría de gobiernos de la región.
Tras su fallecimiento pocos meses después de esa histórica jornada, el gobierno revolucionario cubano envío una ofrenda foral de homenaje. El Perú sigue esperando hasta hoy el momento en que la política exterior llegue a ser la del gran Raúl Porras Barrenechea.
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